A veces me siento tan confundida que me pregunto ¿qué es realmente un lugar seguro? No hablo solo de un sitio físico con paredes, ventanas y una puerta que se puede cerrar. Me refiero a ese tipo de lugar donde el alma respira tranquila, donde no duele ser quien eres.
Cuando era más pequeña, creía que mi habitación era mi lugar seguro. Me metía en la cama, me tapaba hasta la cabeza, ponía música triste como si y me decía: “Aquí nada me puede pasar”. Pero con el tiempo, me di cuenta de que puedes estar en tu habitación y sentirte más sola que nunca. Que puedes rodearte de gente, sonreír en fotos, y seguir sintiéndote sola
Últimamente he pensado que tal vez un lugar seguro no siempre es un lugar. A veces es una persona. Alguien que te mira sin juzgarte, que te escucha incluso cuando no sabes cómo explicarlo todo. Una persona que se queda cuando estás insoportable, que entiende tus silencios y tus enfados sin sentido. Pero también me di cuenta de que poner todo en una sola persona puede ser peligroso. Porque las personas también se van, cambian, o simplemente no saben ser ese refugio para ti.
Entonces me pregunto si algún día encontraré ese lugar en mí misma. Si podré mirarme al espejo sin criticarme, abrazarme en mis días tristes sin sentirme débil, dejar de exigirme tanto y empezar a ser más compasiva conmigo. Me encantaría que mi lugar seguro fuera yo. Pero, honestamente, todavía estoy aprendiendo a construirme ese espacio. A veces avanzo, a veces retrocedo. Es un proceso largo .
A día de hoy no tengo claro dónde está ese lugar. A veces lo encuentro en una canción, en una conversación con alguien que me entiende, en una tarde de lluvia y mi silencio. A veces lo pierdo completamente y me toca volver a empezar.
Lo que sí sé, es que quiero seguir buscándolo. Y que está bien no tenerlo todo claro todavía. Porque tengo 17 años, y parte de crecer es justo esto: aprender a reconocer qué me hace sentir segura, amada, en paz… y no soltarlo cuando lo encuentre.
¡Hola Blanca! Hace tiempo pensaba que hogar eran esas paredes que formaban tu casa. Pero hace poco me di cuenta que no tenía que ver nada la palabra hogar con "casa". Yo pienso igual que tú. Nuestro hogar puede estar camuflado en una canción, persona, libro, serie... Incluso yo voy un poco más allá y creo que nuestro lugar no lo llegamos a encontrar al 100%. Creo que el hogar que buscamos no es algo que esté siempre en el mismo lugar. Sino que ese concepto puede cambiar con nosotros. Un día puede ser una amiga con la que pasamos todo el día y dentro de un tiempo, encontrarlo en otra persona o lugar. Creo que el concepto "hogar" no es algo estable que una vez que lo encontremos siempre va a estar ahí. Sino conforme vamos creciendo y madurando, ese hogar lo hace con nosotros.
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