EL PODER DE LO PEQUEÑO

  






No hace falta hacer historia para marcar la diferencia . A veces , lo que realmente deja huella es lo que nadie ve , es decir , un gesto sencillo .Una palabra a tiempo . Una presencia , tal vez silenciosa pero que diga " aquí estoy " .

Creo que estamos tan acostumbrados a medir la importancia de las cosas en función del tamaño , que olvidamos que lo pequeño también pesa . Que un simple " te escucho " puede valer mucho más que un discurso, y que un" te espero "puede valer más que una solución rápida.

Vivimos en una sociedad que premia lo visible, lo inmediato, lo grandioso. Parece que si no haces algo espectacular, no estás haciendo nada. Pero lo cierto es que los días se construyen con detalles. Que la vida no está hecha de grandes momentos constantes, sino de un conjunto  de actos cotidianos que poco a poco definen quiénes somos y cómo nos relacionamos con el mundo.

No es necesario cambiarle la vida a alguien para marcar una diferencia. A veces basta con no empeorársela. Con ser amables, pacientes, atentos. Con tener la humildad de ayudar cuando nadie mira y la generosidad de no esperar aplausos. Ahí es donde se demuestra el verdadero carácter. No en los discursos, sino en la forma en que tratamos a la persona que no puede ofrecernos nada a cambio.

Piénsalo: ¿ cuántas veces alguien te salvó el día sin darse cuenta? Un amigo que te mandó un mensaje justo cuando lo necesitabas. Alguien que te sonrió en medio de un mal momento. Un extraño que fue amable sin saber nada de ti. Esas cosas no aparecen en los currículums ni se publican en redes. Pero se sienten. Y se quedan. Se alojan en algún rincón de la memoria como recordatorios de que el mundo, a pesar de todo, todavía tiene algo de humano.

Y lo más bonito es que todos tenemos ese poder. Todos, sin excepción, podemos ser el buen recuerdo de alguien. No hace falta dinero, ni fama, ni tiempo extra. Solo hace falta intención. Un poco de empatía. Un poco de conciencia. Y muchas ganas de hacer del mundo un lugar más llevadero, aunque sea solo por unos segundos.

Las pequeñas acciones cotidianas no necesitan reconocimiento. Su poder está en lo que provocan sin hacer ruido.
Porque, a veces, basta con una chispa diminuta… para encender el día de alguien por completo

  

Comentarios

  1. Me ha encantado lo que has escrito, Blanca. Creo que muchas veces no nos damos cuenta del valor que tienen las pequeñas cosas: un mensaje, una sonrisa, una mirada sincera, o simplemente estar ahí cuando una persona te necesita. Vivimos tan pendientes de que las personas hagan cosas grandes por nosotros cuando lo más importante está en lo pequeño. Porque al final son estas cosas las que llegan al corazón y con la que, cuando pensamos en una persona, recordamos estas cosas. Me ha gustado lo que has dicho de "no hace falta hacer historia para marcar la diferencia". A veces, solo con tener buenas intenciones y un poco de empatía, ya estamos cambiando algo.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario